Eduardo Mendoza
Editorial: Seix Barral
Año de Edición: 2012
Páginas: 277
Normalmente mis lecturas son al azar, lo que caiga, otras veces es porque tienen una portada poderosa, pero este libro lo elegí. Después de lo del tren me apetecía reírme un poco o un mucho por los comentarios que he visto del libro.
Al principio cuando conocí al peluquero me entusiasmó, ese vocabulario, esa forma de expresarse, como en las novelas picarescas, una gozada.
Los personajes tan peculiares ellos, pero al poco me di cuenta que esas situaciones tan absurdas no me hacían ninguna gracia, era como demasiado todo. Como si de tanto rizar el rizo se hubiera estropeado el peinado. Lo más gracioso del libro es cuando la familia oriental introduce a su honorable vecino occidental en su casa, en su mesa, en su vida, hay que tener imaginación y Mendoza la tiene de sobra.
Probaré con otros libros de este autor aunque este en concreto no me ha gustado nada. Al final me da la sensación de que es " poco pollo para tanto arroz"
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