Adolfo Bioy Casares
Editorial: emecé 2008
Año publicación: 1940
N. Páginas: 160
Una historia de amor y ciencia ficción a modo de diario.
Un fugitivo sentenciado a cadena perpetua llega a una isla desierta, donde se alzan construcciones abandonadas. Al día siguiente la sorpresiva música de un fonógrafo y el rumor de un grupo de personas lo obligan a ocultarse cerca de los pantanos.
Desde allí las observa, sigue sus pasos, intenta entablar conversación con una mujer que será objeto de todos sus pensamientos: Faustine.
En apariencia los veraneantes llevan una vida frívola y despreocupada, pero gradualmente el fugitivo toma conciencia de un hecho portentoso: para Faustine y los demás su existencia pasa inadvertida puesto que las imágenes no son reales sino una proyección capturada por el artefacto de Morel.
Tengo la sensación de que a este relato no le he sacado toda la enjundia que tiene, estaba deseando acabarlo.
En apariencia los veraneantes llevan una vida frívola y despreocupada, pero gradualmente el fugitivo toma conciencia de un hecho portentoso: para Faustine y los demás su existencia pasa inadvertida puesto que las imágenes no son reales sino una proyección capturada por el artefacto de Morel.
Tengo la sensación de que a este relato no le he sacado toda la enjundia que tiene, estaba deseando acabarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tú Comentas